La motivación es un tema bastante engañoso. Siempre pensé que estar motivado implicaba tener un motor interno que me levantara de la cama temprano para hacer, día a día, algo que difícilmente haría sin motivación. Ponerme una canción y llenarme de energía para encarar mi jornada de una manera eficiente, productiva y sobre todo con ganas. En la televisión, en películas e incluso en libros podemos ver personajes que tienen objetivos por los cuales trabajan y se desviven sin que parezca ser algo más complicado que darse una ducha o pasear al perro. Sin embargo, estas representaciones no son más que eso, historias y cuentos que muestran solo partes de nuestra realidad. La verdad es que nadie puede tener el nivel de motivación que se ve en la televisión. Es más, poco de lo que vemos en una pantalla debería ser tomado y aplicado sin deconstruirlo. Lo que quiero decir es que nosotras, las personas, somos más complejas que nuestras representaciones.

¿Esto quiere decir que no podemos motivarnos?

¡Claro que no! A lo que voy es que funcionamos de otra manera. Algunas veces nos sentiremos motivados, otras sentiremos apatía y muchas veces no querremos hacer lo que deberíamos. Todo esto es perfectamente normal puesto que no todos los días son iguales ni nosotros lo somos cada día. Tenemos nuestros ciclos, nuestros momentos de mayor lucidez en los que estamos llenos de energía y de ánimo. Contrariamente tendremos esos momentos en los que no querremos hacer nada, incluso podemos sentirnos como maquinaria pesada, brutos y lentos… ¡Está bien!

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Busca ese momento en el que todo parece fluir.

EL MITO DE LA MOTIVACIÓN

Hoy en día la motivación fue cargada de una connotación mítica. Pareciera ser que la motivación hiciera cosas maravillosas. Hacerte madrugar, salir a correr, comer sano, ir a trabajar con una sonrisa en la cara y luego del trabajo escribir en tu blog, o estudiar.

Lamento decirles que no hay un elixir mágico de la motivación y tampoco pienso que haya gente que haga todo esto día a día. Lo que vemos en Instagram no suele ser más que una fachada. Entonces…

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La motivación se encuentra en los lugares menos evidentes.

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¿Qué es la motivación?

La motivación es la acción y efecto de motivar. Es el motivo o la razón que provoca la realización o la omisión de una acción. Se trata de un componente psicológico que orienta, mantiene y determina la conducta de una persona. Se forma con la palabra latina motivus (‘movimiento’) y el sufijo -ción (‘acción’, ‘efecto’).

https://www.significados.com/motivacion/

Entonces la motivación es la razón por la cual hacemos algo. Pero no se queda ahí.

Además de ser un objetivo (lograr algo o incluso saciar una necesidad básica), son los estímulos y estados que nos genera ese objetivo. Lo que nos hace persistir hasta alcanzar nuestra meta.

Podemos encontrar diferentes tipos de motivación. Intrínseca o extrínseca (dentro o fuera de uno) y luego categorías con motivación de logro, motivación de poder y motivación de afiliación. La primera habla de querer lograr o alcanzar una meta, la segunda de tener poder o responsabilidades y la tercera de relacionarse con otros.

Sabiendo qué es la motivación (un objetivo y lo que nos provoca), podemos entender que se divide en diferentes tipos y comprender que no es algo que tengamos siempre.

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Comparte tus motivaciones con otros.

¿CÓMO LA OBTENGO?

Hablemos del ciclo motivacional.

Es importante entender que la motivación como objetivo no es suficiente. Si lo vemos así de seguro no llegaremos a mucho, tal vez suceda algo como esto:

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“¡Wow mira cómo toca el violín esa persona! Quiero hacerlo igual, pero… uff no sabía que llevaba tanto tiempo aprender y tengo que comprar el instrumento y pagar clases. Mejor espero a otro momento”.

Esto puede pasar cuando esperamos que una idea que tenemos nos haga ilusión suficiente como para bastar por sí sola. Lamentablemente es algo que suela ocurrir. La motivación es un ciclo en movimiento que se completa y se repite.

CICLO MOTIVACIONAL
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Ejemplo 1

  1. ¡Escuchas una melodía interpretada en violín y te fascina! Quieres hacerlo hacerlo tú, por supuesto que la meta es muy grande. Debes empezar por lo primero, encontrar un violín (necesidad),
  2. te emociona la idea de tener tu instrumento y empezar (tensión o inquietud)
  3. y buscas en tiendas, en internet, incluso pruebas algunos y le pides ayuda a un amigo que sabe más que tu (acción).
  4. Compras un violín y ahora buscas dónde aprender (Meta realizada y nuevo objetivo).
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Ejemplo 2

  1. Estás aprendiendo una obra nueva y debes tocar en cuarta posición, algo que no has aprendido (necesidad).
  2. Esto hace que te preocupes puesto que no puedes tocarla todavía (hay tensión).
  3. Esta tensión genera una acción, decides sentarte y estudiar cambios a cuarta posición (haces una acción).
  4. Si lo haces bien seguramente obtengas tu objetivo y puedas tocar la obra (meta realizada).

Tal vez no lo logres y tengas que seguir intentando y volver a esa necesidad para repetir el ciclo (meta no alcanzada + se reinicia el ciclo).

 

Espero que aquí se entienda cómo la motivación es un ciclo y no una fuente per se. De nada sirve quedarnos en la ensoñación o hacer algo sin tener clara la necesidad (¿Por qué lo hago?) Por supuesto que hay maneras de fomentar estos procesos: la disciplina, los buenos hábitos y pensamientos positivos nos ayudarán a alcanzar nuestras metas.

Veamos estas estrategias detenidamente.

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La motivación va de la mano con trabajo duro y los logros.

ESTRATEGIAS DE MOTIVACIÓN AL ESTUDIAR

1. Ponte metas cortas

Nunca te plantees metas que no puedas cumplir en un corto plazo. Es muy gratificante tener nuestros pequeños logros para seguir adelante. Por esto intenta tener muchas metas cortas y menos metas largas y complejas.

Podrías ponerte como meta tocar un Capricho de Paganini. Tal vez te lleve años. O puedes proponerte aprender por partes todo lo que necesitas para tocar un Capricho de Paganini. La diferencia es que en la primera opción demorarás mucho en alcanzar una gran meta y en la segunda tendrás muchas metas pequeñas que irás alcanzando poco a poco.

2. Descansa

Deshazte de la culpa de no hacer nada. Necesitamos descansar para rendir al momento de estudiar. Descansar implica dejar el teléfono, la computadora o cualquier distracción y poder cerrar los ojos y apaciguar la mente. Esto es muy importante puesto que al momento de estudiar con el violín debemos concentrarnos y puede llegar a ser agotador.

Descansa la mente al igual que lo harías con un músculo y comenzarás a ver diferencias. 

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¡Los momentos de recreación son esenciales para rendir mejor!

3. No te frustres ni te aburras

Si nos planteamos desafíos demasiado complejos podemos frustrarnos por no ser capaces de sobrellevarlos, contrariamente si nos planteamos desafíos fáciles nos vamos a aburrir. Siempre debes estar en el límite de tu zona de confort, cuestionándote y saliendo de a poco para mejorar y aprender. De nuevo, si te planteas tocar algo de Paganini puede ser que te frustres ya que es una meta grande y compleja. Sin embargo si la desarmas en partes que vayan de las más simples a las más complejas de seguro la pasas mejor.

 4. Mantente creativo

Ser creativo es muy importante al momento de estudiar. Nos ayuda a mantener vivo el interés. Prueba jugar con el arco, experimentar con el violín y sus sonidos.

Conocer el instrumento más allá de lo musical. Algunos toman fotos para hacer arte, otros graban videos para YouTube, arman podcasts o integran orquestas.

Todo esto nos sirve para no volver nuestro estudio algo rutinario y sin gracia.

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La creatividad es una herramienta infaltable.

 5. Rodéate de gente que te apoye y te felicite

Es muy importante rodearte de personas que entiendan lo que estás viviendo.

Poder compartir tus experiencias con otro estudiante de violín es muy gratificante y nos da la sensación de que somos comprendidos como adultos que empezamos a estudiar. Compartir nuestra afición y poder tocar con otros nos permite crear una comunidad lo cual juega un papel importante a nivel de la contención y motivación. Incluso puedes integrar una comunidad online, formar parte de un foro o una página web.

6. Enfócate

Es importante que te comprometas con uno o dos desafíos a la vez. Adquirir una capacidad nueva requiere mucho tiempo y concentración. Si intentamos hacerlo con varias, puede pasar que no lleguemos a aprender mucho. Por supuesto que no está mal estudiar danza, piano, violín y teatro a la vez. Sin embargo, está comprobado que al focalizarnos en menos cosas podemos sacar más provecho de ello. (Dile no al multitasking). Dedicarle un poco de tiempo cada día a una actividad te hará llegar muy lejos.

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Céntrate en una cosa cada vez.

 7. Disfruta y comparte

Por último, no olvides de disfrutar lo que haces. De nada sirve estresarse y hacer del aprendizaje un momento de castigo, frustración y enojo. Recuerda que todos tenemos tiempos diferentes y está bien. A veces te llevará más tiempo aprender algo. Esto no impide que disfrutes del proceso, luego ya serás muy bueno como para disfrutar tu primer cambio de posición, tus primeros trinos o el primer Minueto que aprendiste. Por esto también es importante compartilo y es que compartir lo que haces con otros te motivará a prepararlo mejor. Ya sea para conciertos grandes, pequeños o para subirlo a internet; compartir lo que haces le da un valor preciado.

CONCLUSIONES

Para concluir podemos ver cómo la idea de motivación va más allá de algo estático. La motivación tiene sus procesos en los que la necesidad, la inquietud, la acción y las metas juegan un rol muy importante. Sin embargo nada es decisivo, podemos potenciar nuestro ciclo motivacional aludiendo a aspectos internos (ser positivos, enfocarnos, ser pacientes y disciplinados) y a aspectos externos (el lugar, la gente que nos rodea, nuestras rutinas). Piensa en la motivación como un movimiento constante de energía constante que a veces se enlentece pero no para ni se estanca.

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¡Recuerda tomar un momento para admirar lo que has hecho y el largo camino que has recorrido!

Bibliografía

▪ https://www.significados.com/motivacion/

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