Cuando terminé mis 10 años de carrera en el conservatorio me di cuenta de que seguía muy perdida en algunas cosas que para mí eran fundamentales y que me interesaban mucho del mundo de la música.

Un par de ejemplos:

  1. La improvisación (creo que tiene una gran importancia para cualquier músico y por eso hice mi tesina sobre ella).
  2. Y tener unos conocimientos básicos para poder amplificarme en conciertos o grabarme en casa al tocar con un violín eléctrico.

Y de este segundo punto es de lo que voy a hablarte en este post de invitada (¡gracias por hacerme un hueco, Jesús!).

Ventajas y desventajas del violín eléctrico

Cuando vi por primera vez un violín eléctrico me quedé asombrada.

El violín es un instrumento tan clásico y que ha perdurado tantos años sin ningún tipo de modificación que, personalmente, me costaba imaginarme algo así de distinto.

Belinda

Pero cuando tuve uno en mis manos pude sentir (y escuchar) todas las diferencias que tiene con un violín clásico. Estas son las más evidentes, algunas son ventajas y otras no tanto:

1. El peso

Los violines eléctricos no necesitan caja de resonancia y se ahorran todo ese hueco interno que tienen los clásicos para poder vibrar.

Por eso, te encontrarás con violines eléctricos de muchas formas distintas sin que tengan la necesidad de guardar la forma original. Pero lo que sí que necesitan es un sistema eléctrico con pastilla y unas pilas… y todo esto hace que ya no sea tan ligero.

Si estás acostumbrado a tocar el violín clásico esto será lo primero que te llame la atención cuando lo cojas. Con el tiempo irás descubriendo que según de la marca que sea variará mucho de peso (este es un punto importante a la hora de elegir modelo para no sobrecargar la espalda).

2. El mástil

El tacto del mástil es muy distinto al de uno clásico por el tipo de materiales que se usan. Aunque hay alguna marca que se asemeja bastante siempre notarás la diferencia. Necesitarás unos días para acostumbraste al cambio.

3. La conexión

No tardé en darme cuenta de lo rápido, fácil y cómodo que es. El violín clásico es muy complicado de amplificar y se suele acoplar fácilmente, pero el eléctrico lo enchufas, ajustas graves, agudos, medios y listo. No se te va a acoplar nunca.

4. El sonido

Cuando me puse a probarlo noté la enorme diferencia de sonido que tiene con uno clásico.

Hay mucha gente que se empeña en tratar de hacerlo sonar como los clásicos, pero eso es imposible. El violín eléctrico tiene un sonido propio que te puede gustar más o menos, pero no pretendas que suene a otra cosa. Y claro, igual que pasa con los clásicos, cada violín suena distinto, así que tendrás que encontrar “el tuyo”.

5. Entrada de cascos

La mayoría de los violines eléctricos la tienen. Resulta muy cómodo para poder practicar en casa a cualquier hora sin molestar a los vecinos.

6. Cuidados

Si viajas mucho y vas a sitios con climas diferentes, el violín eléctrico es muy buena opción porque no le afectan demasiado los cambios de humedad ni de calor. Y, además, tiene una gran durabilidad.

7. Precio

Los eléctricos son mucho más baratos que los violines clásicos. Si puedes, cómprate uno bueno al que puedas sacarle buen sonido. Eso sí, ten cuidado porque hay muchos violines eléctricos con precios excesivamente bajos que son más un juguete que un instrumento musical, ¡no tires el dinero!

Cómo conectar un violín eléctrico en casa para practicar

Además de conectarle unos cascos y practicar sin molestar a nadie y sin preocuparte por la hora que sea, también puedes conectarlo a un equipo.

El siguiente es un set perfecto para que puedas grabarte o tocar en casa. Necesitas:

  1. Un ordenador con algún programa de edición de música. Yo uso Ableton Live, pero también existen otros como Pro Tools, Logic Pro o Cubase. Tienes muchos para elegir y algunos son gratuitos.
  2. Una tarjeta de sonido para conectar el violín por línea. Yo tengo la Komplete Audio 6 de Traktor, pero hay muchísimas y con más entradas por si quieres conectar algún otro instrumento o micro.
  3. Cable para conectar el violín a la tarjeta.
  4. Altavoces o cascos.

¡Chimpún!

No necesitas nada más.

Y conectarlo también es muy sencillo. Sigue este orden:

  1. Conecta la tarjeta de sonido al ordenador, después los altavoces a la tarjeta y, por último, el violín a la tarjeta.
  2. Abre el programa de edición y dentro una pista de audio.
  3. Puedes añadirle todo tipo de efectos al violín, ve probando los que te ofrezca el programa.
  4. Dale a grabar y ya podrás empezar a hacer tus propios temas.

Si solo quieres practicar no necesitas conectarte, puedes enchufar tus cascos directamente al violín y moverte por toda la casa.

Cómo conectarlo a un equipo para actuaciones

Cuando ya estés listo para tocar en bolos o con tus amigos te darás cuenta de lo práctico que es un violín eléctrico. Ya sabes:

  1. Es más resistente y menos delicado frente a cambios de tiempo y humedad que uno clásico.
  2. Puedes conectarlo fácilmente y tocar sin acoples (incluso puedes llevar la ecualización preparada desde casa).

Lo que necesitas dependerá un poco de tus gustos, pero lo básico para empezar sería esto:

  1. Un sistema inalámbrico con receptor/transmisor (puede ser de guitarra o de bajo, aunque ya hay algunos de violín) que no tenga un alcance demasiado corto para que puedas moverte libremente sin cables. La parte de la petaca tendrás que conectarla a la salida del violín y sujetarla de alguna forma (yo le pongo unos velcros en el mismo violín y apenas se ven). El transmisor tendrás que conectarlo al equipo de música.
  2. Un multiefectos para ecualizar el sonido del violín a tu gusto. Esto también lo puedes conectar al equipo de música.

El multiefectos te puede ayudar en sitios que tengan un mal equipo de sonido. Te da cierto margen para controlar agudos, medios, graves y para meterle algunos efectos que ayuden a mejorar el sonido. Poco a poco irás descubriendo los efectos y el sonido que más te gusten.

Nunca se me olvidará un bolo que hice al poco tiempo de comprarme mi primer violín eléctrico. Me subieron a una plataforma altísima, sola y en medio de una sala llena de gente, allí no tenía escapatoria. Y digo que no había escapatoria porque cuando me puse a tocar el violín no se oía, solo sonaba la música del Dj, la gente hablando y mi voz interior que me decía: ¡Socorro! Deja el violín y baila a ver si cuela.

¿Qué fue lo que pasó?

Pues que las pilas recargables a veces no funcionan. Así que aquel fatídico día terminó mi relación con las pilas recargables para siempre.

Ahora lo primero que hago cuando llego a un Beach Club, después de conectar todo y probar sonido, es cambiar todas las pilas (llevo una caja con un montón de pilas nuevas). Y, entonces, espero hasta que empiece el show relajada frente al mar y con un mojito de maracuyá en la mano.

Mi recomendación es que en cada bolo que des siempre uses pilas normales (y nuevas) si no pretendes terminar haciendo playback como hice yo aquel día.